Cómo comenzar a cambiar el paradigma en RRHH

Desde Jobbers Argentina vienen difundiendo el cambio de paradigma en RRHH, no sólo porque el mundo laboral ha

cambiado, sino que también el modo de trabajar lo ha hecho, y ello ha generado que los candidatos y los seres

humanos hayamos acompañando ese proceso. Este deseo no es caprichoso. Tanto reclutadores como selectores de

personal han quedado muy atrás en cuanto a métodos de selección obsoletos que no compatibilizan con lo que se

busca en un entorno laboral mas allá de las especificidades de cada puesto.

Pero la pregunta que nos hacemos es: cómo es posible cambiar de paradigma luego de trabajar tanto tiempo del

mismo modo y con las mismas herramientas y tests? La respuesta es el cambio paulatino. Ningún paradigma cae de

un día para el otro, así como tampoco, ningún nuevo paradigma se instala del mismo modo. Cómo comenzar? Hay

una herramienta que es la entrevista (léase entre-vista, entre líneas) que es muy útil que siga formando parte. Por

qué? Porque es muy valiosa, solo es necesario ir modificando hacia donde apuntar.

Sabemos que tests interminables no nos van a brindar la información que necesitamos. Pero cuál es esa

información? En qué área el trabajador se siente más cómodo y le sería más llevadera su labor? Porque un test

proyectivo, nos puede brindar información de lo que el candidato proyecta de si. Pero se pusieron a pensar que en la

vida no tenemos certezas? Que no hay garantías de que lo que se plasme en un test proyectivo o psicométrico según

valores o puntajes, solo nos brinda una orientación de lo que puede llegar a resultar el candidato? No sería propicio

que comience primero a trabajar y en sus meses de prueba tanto el empleador como el candidato verifiquen o

certifiquen in situ, en la propia labor, si se sienten cómodos uno con el otro y en el mismo espacio?.

Cambiemos la inversión de tiempo y dinero en tests infinitos por invertir en variables más provechosas; en

consultarles a los candidatos, por ejemplo, qué cambiarían ellos mismos en las entrevistas o de la labor misma para

hacerlos sentir parte de un lugar que los reciba y los invite a trabajar y los incluya en vez de excluirlos porque no sacó

el puntaje que hace 50 años atrás daba cuenta de que un candidato era apto para X puesto o porque no lleva la

camisa de moda o porque no tiene novia o porque no vive en una solo o porque fue a la entrevista en zapatillas en vez

de ir en zapatos.

Resumiendo: El paradigma es posible cambiarlo, pero se necesita tiempo y ese tiempo debe ser compartido, entre

empresas y candidatos. Sólo así podremos decir haber logrado un mundo más bonito en RRHH.

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